Son muchas las versiones que relatan esta
historia convertida en leyenda. En esta ocasión todo se ve desde un punto de
vista nuevo y renovado, el de Igor, El personaje que se hizo famoso por la
parodia de Mel Brooks El Jovencito
Frankenstein ya que en la novela original no existe tal personaje. En esta
versión Igor es a su vez creador y creación en un complejo argumento que
difiere de todo lo contado anteriormente.
Londres sustituye a la universidad de
Ingolstadt como lugar de residencia del joven Víctor, aunque si será en Escocia
donde culmine su obra aunque en este caso da pie a que sea el comienzo de todo.
Todo tiene olor a precuela. La historia de Igor con el circo y su enamorada, la
comunidad científica en su contra, su padre tachándolo de loco, la policía en
sus talones…
La química entre Radcliffe y McAvoy se
hace palpable desde el minuto 1. Ambos actores lideran una nueva generación de
intérpretes británicos con potencial de comerse la escena los próximos 50 años
y en esta película demuestran lo que valen. Interpretaciones profundas tanto en
la locura de Víctor como en los problemas éticos que afronta Igor, las luchas
internas y su exteriorización final. Secundados por Andrew Scott que ya ha
demostrado con creces su calidad como antagonista o perseguidor, un Freddie Fox
sorprendentemente en su sitio, la belleza de Jessica Brown Findlay ayudando a
Igor a reunir el valor necesario para afrontar sus dramas y un Charles Dance que
se come la pantalla aunque salga apenas 2 minutos.
La cinta es ágil, entretenida y sobretodo
diferente. Le da a la historia otra vuelta de tuerca y agranda un poco más la
leyenda del Prometeo moderno que creó Shelley hace casi 200 años.
Ficha Técnica:
Director: Paul McGuigan
Guión: Max Landis (Sobre la novela de Mary Shelley)
Música: Craig Armstrong
Reparto: Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown
Findlay, Andrew Scott, Freddie Fox, Charles Dance…