Rogue One: A Star Wars Story
Y ya está la polémica servida. Para unos,
esto es lo que los fans de Star Wars necesitaban a gritos, una película del
universo fuera del canon, con héroes nuevos, leyendas nuevas y mitos nuevos.
Para otros una aberración, un insulto a la idea original de George Lucas
cometida por un exceso de codicia y una necesidad de exprimir la gallina de los
huevos de oro. Ya lo dije cuando salió El
Despertar de la Fuerza, puestos a asumir que van a hacer películas hasta el
final de los tiempos por lo menos que las hagan bien.
Volvamos al tema que nos ocupa. Anoche
entré en el cine con una ilusión máxima y una expectación super positiva, y
cuando salí tenía sentimientos encontrados. Mi parte friki quedó plenamente
satisfecha con la historia y la épica de la película. Cuantos años de sueños
sobre esta historia. Cuantas cavilaciones, ideas, planes y relatos. Pues el
mito se desveló. MICROSPOILER He de decir que jamás me imaginé semejante
batalla, más bien una pequeña incursión FIN DEL SPOILER pero bueno, esta
todo justificado y para que engañarnos, mola mucho.
Con la mente fría puedo sacar cosas malas.
El reparto y el guión. La falta absoluta de química entre Felicity Jones y
Diego Luna arruina muchas momentos que se antojan épicos. Del elenco solo Alan
Tudyk y a momentos Ben Mendelsohn responden con una gran solvencia. El resto de
personajes carecen de profundidad y los guiones no es que ayuden del todo.
Ahora eso si. Las épicas apariciones de Bail Organa, Mon Mohtma y Darth Vader
provocan lágrimas de alegría a cualquier fan de la saga, así como los
innumerables cameos y guiños a las películas originales, las secuelas e incluso
las series de animación, sin pecar en el exceso de nostalgia del que pecó
Abrams en El Despertar de la Fuerza.
Pasando al aspecto técnico dos cosas a
recalcar: La primera tiene que ver con la BSO. Primera vez que John Williams
cedía la batuta de su saga por excelencia y aunque todo parecía apuntar a que
seria el francés Alexandre Desplat, su salida a última hora puso contra las
cuerdas a un Michael Giacchino que completaba su póker de películas para este
año con prisas y con algún autoplagio que otro. Pero también su parte buena.
Como ya hiciera en Jurassic World, el espíritu épico de su música hizo que cada
espectador se emocionara al reconocer algún tema escondido. La segunda cosa a
tener en cuenta son los efectos especiales. Industrial Light and Magic lleva 40
años a la vanguardia y una vez más lo volvió a demostrar. Parecía que sería Dr. Strange el líder indiscutible de la
temporada pero entonces Gareth Edwards se sacó un as de la manga. Un as que
llamaré “El efecto Lázaro” para no caer en spoilers. Un efecto que bien vale
una película. Un efecto que hará que más de una mandíbula se caiga e incluso
que vayan manos a la cabeza.
Si Disney no hubiese metido la censura y
hubiese sido tan oscura como Edwards quería en un principio probablemente
estaríamos hablando de la mejor película del Universo Star Wars. Puestos a que
no es así toca conformarnos con lo que hay y quizá tragarnos nuestras ideas
sobre algún momento Disney excesivamente cursi o melodramático.
Ficha Técnica:
Director: Gareth
Edwards
Guión: Chris
Weitz, Tony Gilroy
Música: Michael
Giacchino
Reparto: Felicity
Jones, Diego Luna, Alan Tudyk, Donnie Yen, Wen Jiang, Ben Mendelsohn, Forest
Whitaker, Riz Ahmed, Mads Mikkelsen, Jimmy Smits, Genevieve O’Reilly, James
Earl Jones
Premios y Nominaciones:
Oscars: 2 Nominaciones
Premios y Nominaciones:
Oscars: 2 Nominaciones