viernes, 16 de diciembre de 2016

Rogue One, Una historia de Star Wars

Rogue One: A Star Wars Story

Y ya está la polémica servida. Para unos, esto es lo que los fans de Star Wars necesitaban a gritos, una película del universo fuera del canon, con héroes nuevos, leyendas nuevas y mitos nuevos. Para otros una aberración, un insulto a la idea original de George Lucas cometida por un exceso de codicia y una necesidad de exprimir la gallina de los huevos de oro. Ya lo dije cuando salió El Despertar de la Fuerza, puestos a asumir que van a hacer películas hasta el final de los tiempos por lo menos que las hagan bien.
Volvamos al tema que nos ocupa. Anoche entré en el cine con una ilusión máxima y una expectación super positiva, y cuando salí tenía sentimientos encontrados. Mi parte friki quedó plenamente satisfecha con la historia y la épica de la película. Cuantos años de sueños sobre esta historia. Cuantas cavilaciones, ideas, planes y relatos. Pues el mito se desveló. MICROSPOILER He de decir que jamás me imaginé semejante batalla, más bien una pequeña incursión FIN DEL SPOILER pero bueno, esta todo justificado y para que engañarnos, mola mucho.
Con la mente fría puedo sacar cosas malas. El reparto y el guión. La falta absoluta de química entre Felicity Jones y Diego Luna arruina muchas momentos que se antojan épicos. Del elenco solo Alan Tudyk y a momentos Ben Mendelsohn responden con una gran solvencia. El resto de personajes carecen de profundidad y los guiones no es que ayuden del todo. Ahora eso si. Las épicas apariciones de Bail Organa, Mon Mohtma y Darth Vader provocan lágrimas de alegría a cualquier fan de la saga, así como los innumerables cameos y guiños a las películas originales, las secuelas e incluso las series de animación, sin pecar en el exceso de nostalgia del que pecó Abrams en El Despertar de la Fuerza.
Pasando al aspecto técnico dos cosas a recalcar: La primera tiene que ver con la BSO. Primera vez que John Williams cedía la batuta de su saga por excelencia y aunque todo parecía apuntar a que seria el francés Alexandre Desplat, su salida a última hora puso contra las cuerdas a un Michael Giacchino que completaba su póker de películas para este año con prisas y con algún autoplagio que otro. Pero también su parte buena. Como ya hiciera en Jurassic World, el espíritu épico de su música hizo que cada espectador se emocionara al reconocer algún tema escondido. La segunda cosa a tener en cuenta son los efectos especiales. Industrial Light and Magic lleva 40 años a la vanguardia y una vez más lo volvió a demostrar. Parecía que sería Dr. Strange el líder indiscutible de la temporada pero entonces Gareth Edwards se sacó un as de la manga. Un as que llamaré “El efecto Lázaro” para no caer en spoilers. Un efecto que bien vale una película. Un efecto que hará que más de una mandíbula se caiga e incluso que vayan manos a la cabeza.
Si Disney no hubiese metido la censura y hubiese sido tan oscura como Edwards quería en un principio probablemente estaríamos hablando de la mejor película del Universo Star Wars. Puestos a que no es así toca conformarnos con lo que hay y quizá tragarnos nuestras ideas sobre algún momento Disney excesivamente cursi o melodramático.

Ficha Técnica:
Director: Gareth Edwards
Guión: Chris Weitz, Tony Gilroy
Música: Michael Giacchino

Reparto: Felicity Jones, Diego Luna, Alan Tudyk, Donnie Yen, Wen Jiang, Ben Mendelsohn, Forest Whitaker, Riz Ahmed, Mads Mikkelsen, Jimmy Smits, Genevieve O’Reilly, James Earl Jones

Premios y Nominaciones:
Oscars: 2 Nominaciones

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